martes, 5 de abril de 2011

¿Qué es la vida?

Es una cuestión que acosa continuamente mis pensamientos en los ultimos días. Cuál es nuestro objetivo? Para qué estamos aquí?
Tal vez no seamos más que complementos episódicos, meros accesorios del mundo, destinados avagar por las tierras del olvido, trazando rutas circulares, aguardando alguna señal que nos oriente en este laberinto de sensaciones, experiencias, asperezas y circunsancias.
O puede que estemos aquí por algo. Puede que sea cierto, que seamos las llaves del esquema, y que nada pase por casualidad, ni siquiera tu vida. Ni siquiera tu muerte.

Todo es momentáneo. Desde el primer instante. La vida es momentánea; la muerte es momentánea.
Nacemiento, muerte...Dos momentos, dos extremos que marcan el comiendo y el final de todo, de nada.
Tienen tanto en común, y tanto en contra. No podemos elegir cuándo y dónde nacer, pero sí cuándo y dónde morir. No podemos morir sin haber nacido, pero podemos nacer sin haber muerto. Y sin embargo podemos renacer, tantas veces como deseemos...

Yo no quiero renacer. Hace tiempo que estoy muerta; pero sigo aquí, deambulando por las páginas de la vida, ávida , ciega, buscando a tientas rótulo de salida, el interruptor de mis sentimientos.
Hoy he perdido las piernas, ahora solo podré avanzar arrastrándome por la mugre, tragándome la mierda de toda la humanidad.
¿Qué es la vida? ¿Es un regalo? ¿Es un castigo? , ¿una lección?
Una incógnita, eso es la vida. La equis de un polinomio infinito, sin solución. Puedes tratar de resolverla, caminar esperanzadamente hasta el borde abismal o puedes mutilarte, y esperar que algo, lo que sea te recoja en el camino.
A todos aquellos cobardes (o inteligentes) que se han rendido, os compadezco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario