miércoles, 10 de agosto de 2011

La vida contada por un sofá.

Muchas fueron las manos que acariciaron mi pecho afelpado.
Muchos los cuerpos que, sobre mi esqueleto abovedado,
se batieron en grandes batallas de pasión y delirio acalorado.

A mis espaldas pequeños guerreros buscaban cobijos,
y a mi vera imaginaban universos y entresijos,
y reinaban, soberanos y plenos de regocijos.

Felinos arañaron en busca de mis entrañas,
y canes a mis lomos mitigaron sus migrañas,
en las largas tardes del invierno taciturno
bajo la compañía de un roído coturno.

Y tras muchos años, mi brío se fue desgastando;
mi olor a nuevo se fue evaporando
y el tono ocre se fue apagando.

Y esque así es la vida protagonizada por un sofá
similar a la de un canapé, un sillón o un diván.
Mas también parecida a la de cualquier humano
Pues si hoy fui joven, mañana seré anciano.
Y como tantos otros yo también he notado
que la vida, cierto día, huye de tu mano.


2 comentarios:

  1. Que manera tan bonita de escribir y hacer estas sentidas crónicas de vida.

    Mis felicitaciones y admiración =)
    Felicidad y inmensas alegrías para ti, Lilo.

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  2. Primero el título: excelente.

    El cuidado inteligente de pensar las imágenes, surtir la palabra de metáforas correctas, que van direccionando al lector subido en la melancolía que transporta la idea y la embute en uno mismo, pura introspección, y acercarse al pensamiento tanto tanto y no caer en el, sin dejar de ser poema. Y por ende, ser belleza.

    Un saludo y luego de leer este poema, me quedo en tu espacio.

    Si lo permites.
    Y también si no, pues esto es para todos.

    Un saludo.

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